La Ley 100 de 1993 crea el "Sistema General de Seguridad Social en Salud" que cambia y reorganiza la prestación de los servicios de salud del país e integra la salud pública, el sistema de seguridad social y la provisión de servicios privados. Es un sistema universal de aseguramiento que se establece mediante la "competencia regulada," mecanismo que promueve la eficacia y la calidad, en la provisión de los servicios. La Ley 100 plantea los siguientes principios como sus fundamentos centrales: equidad, obligatoriedad, protección integral, libre escogencia, autonomía de las instituciones, descentralización administrativa, participación social, concertación y calidad.
Ley 100
Porque se implemento ?
El sistema de salud Colombiano sólo lograba asegurar un 17% de la población
El sistema no contaba con cobertura familiar, o sea que el seguro sólo cubría al trabajador. Su familia accedía a las atenciones de salud a través de las clínicas de las Cajas de Compensación Familiar, las cuales aplicaban unas tarifas módicas
Las entidades aseguradoras aplicaban preexistencias, es decir que el afiliado debía renunciar a las prestaciones de salud para aquellas enfermedades existentes al momento de afiliarse
El acceso a los servicios de salud a través de seguros era reducido
Los pobres recibían servicios a través de Hospitales Públicos que se financiaban con transferencias de las Direcciones Departamentales de Salud.
Lo que ha logrado la Ley 100 de 1993
La cobertura en aseguramiento se ha incrementado a un 66% de la población (ver recuadro sobre coberturas de aseguramiento)
Se creó el Régimen Subsidiado de Salud a través del cual se garantizan las atenciones de salud a unos trece millones de Colombianos
Los recursos financieros para la salud han incrementado astronómicamente hasta alcanzar casi 10% del Producto Interno Bruto, es decir unos 18 billones de pesos.
Se han desarrollado varios planes de beneficio o paquetes de atención en salud para la población según su capacidad de pago (ver Recuadro sobre planes de Beneficio de Sistema General de Seguridad Social en Salud )
Se inició la implementación de un sistema de garantía de calidad para los servicios de salud
Se dio un viraje a la atención en salud de un enfoque curativo hacia uno preventivo
Los problemas que la Ley 100 de 1993 no ha solucionado:
La cobertura en aseguramiento no es universal a pesar de los casi 18 billones de pesos anuales del gasto en salud (unos $395.000 por persona por año)
La intermediación o gastos de funcionamiento de las EPS del Régimen Contributivo de Salud cuestan al país unos 1,2 billones de pesos.
Los gastos de administración del Régimen Subsidiado de Salud cuestan unos 300 mil millones de pesos
La proliferación de Instituciones Prestadoras de Servicios de carácter privado (IPS) ha agudizado la crisis de los Hospitales Públicos (Empresas Sociales del Estado E.S.E) y empeorado la situación laboral de los profesionales de la salud en materia salarial
El flujo de los recursos hacia las IPS es muy lento. (120 a 180 días)
Falta de eficiencia en el aseguramiento. Algunas aseguradoras se comportan como simples administradoras de recursos, sin impactar en la salud de la población afiliada
Se desarticularon las funciones de salud pública del sistema por el excesivo énfasis en asegurar la población, partiendo de la premisa de que toda persona con un carné de salud tiene garantizados los servicios
Las Direcciones Territoriales de Salud perdieron el liderazgo en temas como vacunación, control de enfermedades transmisibles, control de factores de riesgo y saneamiento ambiental
Las deficiencias del Sistema de Información permiten que se pierdan recursos por evasión y elusión.
Conclusiones:
No se ha garantizado el desvíos de dineros hacia particulares, no se ha logrado garantizar el aseguramiento de los colombianos, el hecho de tener tanto estudiante en las instituciones hace que los usuarios reciban un servicio de baja calidad y en muchas ocasiones no son tratados con la urgencia que merecen sus dolencias u enfermedades. Por los convenios que existen entre hospital y EPS veo que no existe el monitoreo permanente de las condiciones sanitarias y el estado de salud de las personas. Los buenos hospitales y clínicas se han convertido en entidades mediocres con muy mal servicio, lento y deficiente. El usuario pierde tiempo, dinero y muchas veces la vida por la lentitud y negligencia con la que tratan ciertas enfermedades que deben ser evaluadas y medicadas en tiempo prudente.